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¿Cuándo y cómo podar los setos?
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¿Cuándo y cómo podar los setos?

Poda de setos

Un seto es una barrera vegetal formada por una serie de plantas que crecen en hileras o muy juntas.

La finalidad de un seto es crear una barrera o un efecto ornamental en un jardín, una casa de campo u otro entorno natural.

Se utilizan diversas especies vegetales para crear setos de cierta altura y densidad. Muchos setos pueden estar formados por coníferas, otros por plantas de flor. En general, estas creaciones vegetales están formadas por especies caducifolias de hoja perenne que tienen un intenso crecimiento vegetativo en determinados momentos de su vida y requieren una poda adecuada.

Según podas Florama, especialistas en poda de arboles Torrelodones, es precisamente esta característica la que hace que la poda de los setos sea más complicada que la de otras especies, pero también más apasionante desde el punto de vista práctico y estético.

Podar correctamente un seto significa no sólo controlar su crecimiento, sino también dirigir el resultado estético y decorativo. Si la poda se realiza correctamente, el resultado es un seto uniforme y espectacular.


Características de los setos

Como se ha mencionado en el párrafo anterior, la poda de los setos tiene un doble efecto: decorativo y de contención.

Las técnicas de poda de los setos varían en función de las especies que los componen. Estos condicionarán los tipos de cortes y los periodos de intervención.

Algunos setos necesitan una poda intensa, otros menos intensa y otros pueden no necesitar ninguna poda. Por eso es necesario conocer los diferentes tipos de seto antes de podar.

Según especialistas en poda de arboles Majadahonda, en jardinería, se distinguen cuatro tipos principales de setos:

  • Los irregulares, que se dejan crecer según la naturaleza;
  • Los defensivos, formados por plantas espinosas;
  • Los ornamentales, formados por plantas de hoja perenne;
  • Los grandes setos, formados por plantas altas.

Todos los tipos de setos requieren dos operaciones de poda diferentes: una en los dos primeros años de vida, para estimular la formación de nuevos brotes en la base, y otra después del tercer año para contener el vigor vegetativo. Un seto está correctamente podado cuando es compacto, uniforme, ordenado y estéticamente agradable.

Características de los setos


Cómo proceder

Los setos con un fuerte vigor vegetativo, es decir, que producen brotes no sólo de las ramas centrales y laterales, sino también de los chupones basales, deben ser podados en la base durante la plantación hasta una altura de 15 centímetros y luego, en verano, deben ser desmochados, es decir, se deben eliminar las yemas apicales y adelgazar los laterales.

Hasta los dos años de edad se realiza una poda corta, es decir, se dejan las ramas cortas de un año con pocas yemas, tres como máximo, mientras que en verano se realiza el habitual desmoche y aclareo de los brotes laterales. Esto se hace en los dos primeros años.

A partir del tercer año, sólo se reducirá el vigor vegetativo mediante el corte, con el objetivo de que todo el seto crezca de manera uniforme (es necesario asegurarse de que las plantas estén todas a la misma altura).

Los setos formados por plantas de floración tupida, como la ribera roja, y por árboles como el haya y el carpe, deben podarse de la misma manera que los setos con brotes vigorosos, con la salvedad de que los cortes deben ser menos intensos y largos, es decir, las ramas deben recortarse menos, dejando al menos cuatro o cinco yemas adheridas.

Sin embargo, en el segundo año, cuando las plantas hayan crecido lo suficiente, deben recortarse un tercio de su altura y las ramas deben acortarse en la misma medida. A partir del tercer año, sólo se debe realizar un corte de poda en primavera o verano para determinar la altura final del seto.

Los setos de coníferas y árboles de hoja perenne no deben podarse en exceso. Por lo general, las ramas laterales se recortan en los dos primeros años y a partir del tercero como medida de mantenimiento.

Cómo proceder


Poda de setos: cuándo podar

El momento de podar un seto depende del tipo de plantas que lo componen.

Los setos con especies de bayas deben podarse antes de la floración, es decir, en invierno; los setos con especies de hoja perenne y coníferas deben podarse regularmente a finales de primavera y principios de otoño.

Los setos que se dejan crecer de forma natural, es decir, los que son resistentes y están formados por especies silvestres, rara vez se podan y, por lo general, sólo requieren una limpieza en marzo.

Los setos formados por carpes y coníferas de crecimiento compacto deben podarse a principios de marzo. Si es necesario, la poda debe repetirse en junio.

Los setos con un crecimiento vigoroso en primavera deben podarse en mayo. Cuando el crecimiento es excesivo, puede ser necesaria una segunda poda en junio.

Los setos construidos con fines de protección o de barrera y realizados con especies resistentes a los suelos arenosos y marinos sólo deben podarse en primavera con una poda ligera.

Los setos de árboles como el haya, el laurel o el tejo pueden crear barreras con formas y un efecto muy decorativo. Los setos con forma se pueden hacer de cualquier forma. A menudo se tiende a darles una forma de arco.

Un seto arqueado requiere una poda sucesiva, creando una abertura en esta forma al plantar. Luego serán necesarias dos o tres podas al año para entrelazar las ramas en forma de arco. Esta operación sólo se realiza en plantas con madera joven, que es más fácil de regenerar, mientras que la madera vieja, que ya no desarrolla nuevos brotes, corre el riesgo de crear antiestéticas brechas entre las ramas que componen el arco.

Poda de setos: cuándo podar

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